La cultura del trabajo y el saqueo

Por Juan Carlos Martínez

 

Uno de los eslóganes creados por los expertos en campañas de acción psicológica y que ha sido rápidamente adoptado por buena parte de la sociedad nos habla de "la pérdida de la cultura del trabajo".

 

El objetivo de quienes lanzaron esta campaña no es otro que el de ocultar las verdaderas causas del galopante desempleo producido por un modelo económico excluyente e inequitativo en la distribución de la riqueza.

 

La ecuación es tan simple como visible: los ricos son cada vez más ricos y los pobres son cada vez más pobres.

 

Lo insólito es que muchos de los que hablan de la cultura del trabajo han hecho de la vagancia un culto. Por ejemplo, el presidente Macri, cuya historia de niño bien y lo que ha mostrado hasta el presente no lo ubican como ejemplo de laburante ni de nada que se le parezca.

 

El holgazán en su vida privada no cambió para nada en su vida pública. Suficiente con repasar sus ausencias como diputado, sus viajes como jefe del gobierno de Buenos Aires y los que viene haciendo desde que llegó a la Casa Rosada más los llamados retiros espirituales.

 

Otra pregonera de la cultura del trabajo es la diputada Elisa Carrió, cuyas ausencias de su banca y sus continuos viajes al exterior no le han impedido dar clases magistrales de contracción al trabajo.

 

Es tanta a desfachatez de esta gente, que los mismos predicadores de la cultura del trabajo son los que despiden trabajadores en el Estado y aplican políticas que derivan en el cierre de fábricas y empresas y el consiguiente despido de miles y miles de hombres y mujeres.

 

Mientras la malaria se extiende a lo largo y a lo ancho del país, los falsos predicadores de la cultura del trabajo esconden en paraísos fiscales parte de la riqueza que producen los trabajadores y la que en su tiempo produjeron los jubilados.

 

Decir que en la Argentina se ha perdido la cultura del trabajo es una forma de ocultar que lo que se ha perdido es el trabajo por obra y gracia de la cultura del saqueo impuesta por un gobierno de ladrones.