Garrote, balas y miedo

Por Juan Carlos Martínez

 

Dos hombres toman mate en la vereda de la casa. Pasa un patrullero a  marcha lenta. Los dos policías que van a bordo del vehículo clavan sus desafiantes miradas en el dúo. Dan vuelta a la manzana y detienen la marcha en el lugar donde todavía permanecen los vecinos. Les piden sus documentos con una excusa que ya forma parte del libreto policial. Les dicen que una llamada anónima alertó sobre la presencia de dos personas sospechosas que, por las descripciones, se parecían a ellos. Estamos en la vereda de nuestra casa, responde uno de ellos mientras abre la puerta de entrada para demostrar que no estaba mintiendo. No hay explicación que valga. Uno de los policías repite el libreto: por las referencias que tenemos, hay muchas coincidencias entre ustedes y los dos sospechosos. Los milicos toman los datos personales y el domicilio de los "sospechosos" y se alejan. Nunca más volvieron. Pero dejaron un mensaje no escrito que se viene repitiendo en La Pampa desde que Tierno maneja la Policía y que consiste en convertirnos a todos en sospechosos. ¿Con qué finalidad? La principal es la de meter miedo. Y como el miedo paraliza, el poder político seguirá usando a la policía para disciplinar a la sociedad con sus herramientas preferidas: garrote,  balas y miedo.

 

Garrote, balas y miedo

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Por Juan Carlos Martínez

Dos hombres toman mate en la vereda de la casa. Pasa un patrullero a  marcha lenta. Los dos policías que van a bordo del vehículo clavan sus desafiantes miradas en el dúo. Dan vuelta a la manzana y detienen la marcha en el lugar donde todavía permanecen los vecinos. Les piden sus documentos con una excusa que ya forma parte del libreto policial. Les dicen que una llamada anónima alertó sobre la presencia de dos personas sospechosas que, por las descripciones, se parecían a ellos. Estamos en la vereda de nuestra casa, responde uno de ellos mientras abre la puerta de entrada para demostrar que no estaba mintiendo. No hay explicación que valga. Uno de los policías repite el libreto: por las referencias que tenemos, hay muchas coincidencias entre ustedes y los dos sospechosos. Los milicos toman los datos personales y el domicilio de los “sospechosos” y se alejan. Nunca más volvieron. Pero dejaron un mensaje no escrito que se viene repitiendo en La Pampa desde que Tierno maneja la Policía y que consiste en convertirnos a todos en sospechosos. ¿Con qué finalidad? La principal es la de meter miedo. Y como el miedo paraliza, el poder político seguirá usando a la policía para disciplinar a la sociedad con sus herramientas preferidas: garrote,  balas y miedo.