Ahora, el monstruo viene por todos

Por Juan Carlos Martínez

 

Fue un trabajo de laboratorio. Paciente. Sistemático. Logrado el embrión, parieron el monstruo. Durante años lo alimentaron. Y el monstruo creció como una planta bien regada. Nunca imaginaron que ellos, los que lo engendraron, se convertirían en presas de su insaciable apetito.

 

Eso es lo que les ha ocurrido a varios periodistas que aparecen con sus firmas en una solicitada en la que se advierte el riesgo que corre la libertad de expresión.

 

El monstruo está simbolizado por Mauricio Macri, el presidente que construye listas negras. Que anticipa que para borrar a sus disidentes de la faz de la Tierra los enviará en un cohete a la Luna.

 

El mismo que amenaza a periodistas críticos. Sus investigaciones molestan al poder. Ventilar los chanchullos del presidente y sus socios es un desafío intolerable.

 

La reacción del monstruo es la misma de los desaparecedores de periodistas y escritores durante la dictadura militar.

 

Aquellos mártires también molestaban al poder.

 

Ahora la lista la encabeza Horacio Verbitsky. Pero todos sabemos que cuando se ataca a un periodista crítico el riesgo va más allá de lo individual.

 

Sabemos, también, que cuando se pierde la libertad de expresión, el riesgo de perder todo lo demás está a un paso.

 

Lo bueno es que los que engendraron al monstruo hayan advertido que ahora el monstruo también viene por ellos.

 

Viene por todos.