Un padre ejemplar, muy tierno
Por Juan Carlos Martínez
En una extensa entrevista publicada por Impacto Realicó. el ministro Juan Carlos Tierno, envuelto en su clásica incontinencia verbal, repartió palos a diestra y siniestra y asumió el papel de víctima y fiscal de medio mundo.
El condenado golpeador y torturador de mujeres calificó de psicópata al director del diario La Arena, dijo que los periodistas de El Diario “son unos hijos de puta”, incursionó en el tema de la droga acusando a punteros del peronismo sin identificarlos de estar involucrados en ese flagelo y hasta habló de la corrupción política del periodismo,
Entre la catarata de acusaciones cargó contra los que presuntamente lo insultaron a él y a su familia “con chicos de seis y doce años”.
Se refería, seguramente, a las puebladas que se hacían cuando miles de vecinos de Santa Rosa se manifestaban en las calles y frente a su domicilio para repudiar su gestión autoritaria como intendente.
Gestión por la que fue condenado a dos años de prisión y cuatro de inhabilitación para ejercer cargos públicos por abuso de autoridad en diciembre de 2014.
Condena que no le impidió al gobernador Verna , un año después, incorporarlo al mismo cargo del cual él mismo lo había despedido antes de su expulsión de la municipalidad.
Parece que Verna no sólo se arrodilla ante Dios.
LOS NIÑOS, ESOS INOCENTES
Centrémonos en la referencia a los niños, no porque lo demás no interese, sino porque sería muy extenso hablar del psicópata, del golpeador de mujeres, de los que trafican droga, de los corruptos y de las razones de su inquina contra los periodistas
Hablemos de los niños. En cualquier circunstancia que sea, los niños no deben sufrir ningún tipo de daño, aún cuando ese daño no los tenga a ellos como destinatarios directos o indirectos.
Tierno sabe que las manifestaciones populares no se hacían contra sus hijos sino contra las barbaridades que él estaba cometiendo contra la sociedad, niños incluidos.
Que sus pequeños hijos hayan sido testigos de las protestas y de lo que él llama agravios, era de su propia y exclusiva responsabilidad.
Tenía los medios a su alcance para evitar que esos niños sufrieran naturalmente lo que sufre todo niño cuando sus padres son agredidos, sea con la palabra o con los puños y sean cuales sean las circunstancias en que se producen esos hechos.
Y aquí la contradicción de Tierno con respecto a los niños, a sus propios hijos, tema que se incluye en la entrevista periodística.
Al respecto, nada más oportuno que recordar el testimonio de la empleada doméstica que Tierno tuvo durante su primer matrimonio. En uno de los capítulos del libro El golpeador (páginas 67 a 73), se ofrece ese testimonio.
¿Alguna vez Tierno golpeó a su mujer delante suyo?
“Palizas le daba… yo disparaba con Florencia para que la niña no viera, la llevaba a la cocina o a otra habitación para que no viera cuando Tierno le pegaba a su madre. El bebé no porque era chiquito, no entendía, pero Florencia sí entendía. Varias veces le pegó delante de la nena… y la nena ya entendía”.
La odisea de aquella mujer terminó cuando pudo liberarse de Tierno escapando de Santa Rosa con sus dos niños por caminos alternativos con destino a la ciudad de La Plata.
Un padre ejemplar, muy tierno.