A pedal y a bosta

Por Juan Carlos Martínez


Muchas de las iniciativas impulsadas por el gobierno de Cambiemos bien podrían ser incluidas en la antología del disparate.

 

El último de esos disparates lo selló el presidente Macri con su firma al pie del decreto creando la Dirección de Movilidad en Bicicleta.

 

El nuevo organismo que se agrega el pesado universo burocrático de un gobierno que vino para desburocratizar el Estado operará dentro del Ministerio de Transporte.

 

La directora es María Belén Cardasz, cuyo salario será unas diez veces más alto que el que perciben miles de jubilados, maestros y trabajadores de distintas ramas.

 

Muchos sospechan que la movilidad en bicicleta está asociada a la famosa bicicleta financiera creada en los tiempos de Martínez de Hoz, uno de cuyos hijos acaba de incorporarse al gobierno de Cambiemos donde habitan no pocos nostálgicos de la dictadura.

 

Al paso que vamos, es posible que a la movilidad en bicicleta se agregue la movilidad a bosta, como diría don Atahualpa Yupanqui cuando le preguntaron por su preferencia en materia de medios de transporte. O sea, el caballo.

 

Después de todo, si nos han sacado los trenes, si se viene el remate de Aerolíneas Argentinas y si viajar en auto o en micro se ha convertido en un lujo, volver a la bicicleta y al caballo sería una buena salida para preservar la salud y la economía de los argentinos.

 

El pedal y la bosta nos ahorrarían el consumo de petróleo y otros recursos naturales, necesarios para satisfacer la insaciable apetencia de los buitres que han venido por todo.

 

Sea usted previsor. Si tiene una bicicleta y un caballo, no se desprenda de ellos. Pronto se cotizarán en la Bolsa de Valores.