Cuando Verna era lobista de los bancos

por Juan Carlos Martínez


“Con este gobierno, ahora se puede dialogar” dijo Verna cuando Macri le abrió las puertas de la Casa Rosada para recibirlo como uno de sus aliados.

 

“Es un excelente negocio, no para el país sino para los bancos”. El autor de esa conclusión se estaba refiriendo al nuevo endeudamiento contraído por el gobierno de Macri a pagar dentro de cien años.


El que hablaba no era un declarado marxista ni un crítico de la banca mundial. Era un activo lobista de los insaciables banqueros y que ahora, con un nuevo discurso, trata de ocultar los buenos servicios que les brindó a los dueños del capital financiero.


En sus tiempos de lobista, el hombre de marras solía viajar al Fondo Monetario Internacional bancado con fondos reservados de los que disponía el entonces ministro menemista Roque Fernández.


Estamos hablando de Carlos Verna, el actual gobernador de La Pampa, calificado con bastante benevolencia por Horacio Verbitsky como un peronista de centro de derecha, uno de los ex senadores que llevan sobre sus espaldas el indeleble sello de la Banelco con la que el gobierno de Fernando de la Rúa logró imponer la retrógrada flexibilización laboral que por estas horas ha regresado a la agenda del gobierno de Macri.


“Un día a Verna se le ocurrió que todos los contactos que habían hecho él, Branda y Bercún con todos los políticos de turno no podían ser gratis. Entonces, delante mío, le dijo a Bercún: “Ché, boludo, ¿por qué no te ponés una consultora y entramos a facturar a lo pavo?”.


En otra parte del documento (*), en un diálogo entre Bercún y Branda se podía leer: “Cuando se arme el quilombo económico y empiecen a dictar leyes que iban a afectar a los bancos, a Branda se le prende la lamparita y dice: me parece que me voy a hacer unos buenos mangos como los que hicimos con la ley laboral. Entonces se empezaron a reunir con Verna y Bercún casi todos los días. La guita que primero se pidió era un millón y medio de dólares, así le quedaban trescientas mil lucas a cada uno”.


¿Quién fue Verna en el Senado?


La pregunta estaba dirigida al periodista y escritor Miguel Bonasso en oportunidad de visitar La Pampa.


“Verna es unn personaje atípico de lo que se llamaba La banda del Senado… Branda, Verna… Verna de manera especial en el manejo del esquema financiero en el núcleo de ese Senado total y definitivamente desprestigiado. No me cabe duda”.


¿Podía desconocer lo de los sobornos?


“¡No… no, ni loco! Explicame cómo. ¿En un momento se distrajo? ¿Miró para la pared y no vio los sobres de papel madera? ¡No!”.
Este es el verdadero Verna, el que dice defender los intereses de La Pampa mientras aplaudía la llegada de Macri al gobierno para ejecutar las políticas diseñadas por el impiadoso neoliberalismo.


(*) Fragmentos del anónimo que el entonces vicepresidente Chacho Álvarez leyó en el Senado de la Nación y que luego se constituyó en el fundamento de su renuncia.