El “mérito” de descubrir lo descubierto
Por Juan Carlos Martínez
Carlos Verna sigue actuando como un verdadero comediante. No hay género que no lo tenga como primera figura. Libretista, director y actor, todos los espacios le resultan propicios para demostrar sus dotes histriónicos.
De pronto aparece representando al héroe y en el siguiente capítulo se transforma en villano.
Mandó a votar a Macri e instruyó a los legisladores de su partido para darle el pase a los dos nuevos jueces de la Corte del dos por uno que ahora critica.
Ha sido capaz de proteger a un delator confidente de la dictadura o tener como puntero a un condenado por delitos de lesa humanidad y en la siguiente escena hace alharaca por la aparición de documentos relacionados con la dictadura aunque se trate de descubrir lo que ya se habría descubierto.
Vayamos al grano.
Hace pocos días, el subsecretario de Derechos Humanos anunció con bombos y platillos la aparición de documentos relacionados con lo ocurrido en La Pampa durante el terrorismo de Estado. El anuncio lo hizo en rueda de prensa junto al jefe de la Policía.
La información oficial dijo que el propio Verna, mostrando su perfil de hombre derecho y humano, había ordenado darle curso a esa documentación hallada en el edificio de la Jefatura policial.
Sin embargo, una fuente confiable reveló al autor de esta nota que esos documentos estaban en la Seccional Primera desde hace tres o cuatro años.
La fuente indicó que el traslado al edificio que en tiempos de la dictadura se convirtió en uno de los centros clandestinos, se produjo porque la humedad existente en la sala donde se encontraban amenazaba con destruirlos.
Si esta versión se ajusta a la verdad ¿por qué ahora y no antes?
Que una documentación de semejante importancia fuera ocultada desde hace más de cuarenta años, revelaría que no son pocos los responsables de semejante ocultamiento, desde Rubén Marín –cuatro veces gobernador- hasta Verna que va por su segundo mandato.