El protegido

Por Juan Carlos Martínez / Foto: El Diario de La Pampa

 

“No va a haber represión a ningún ciudadano mientras yo sea gobernador” dijo Mariano Fernández, el vice de Carlos Verna a quien reemplaza mientras éste hace turismo por Europa.

 

Fernández habló ante vecinos que habían organizado un piquete como protesta por la pasividad oficial para acudir en su ayuda a raíz de la emergencia que estaban viviendo por las intensas lluvias.

 

Algunos vecinos cuestionaron la presencia del ministro Tierno, quien los había conminado a levantar el piquete en diez minutos bajo la amenaza de sacarlos por la fuerza.

 

“El gobernador soy yo, y las órdenes las doy yo” dijo Fernández y de esa manera desautorizó al ministro de la mano dura.

 

Sin dejar de reconocer que la actitud de Fernández ha sido la más sensata y oportuna, esa circunstancia no lo libera de las responsabilidades políticas que le caben por todo lo que ha hecho Tierno desde que asumió como ministro de Seguridad.

 

Como presidente de la Legislatura, Fernández tiene en sus manos las herramientas con las cuales podía haber evitado que Tierno continuara aplicando políticas contrarias a la ley y al espíritu democrático.

 

Además, Fernández tiene una cuota de responsabilidad, al menos política, por haber aceptado en silencio que un condenado a prisión por abuso de autoridad y con antecedentes como golpeador y torturador de mujeres integrara el gabinete provincial.

 

Lo cierto es que hace más de treinta años que Tierno viene cometiendo todo tipo de tropelías, desde golpear y torturar a una joven, obligar a su primera esposa a fugarse con sus dos pequeños hijos, perseguir a periodistas, instruir a la Policía para que aplique mano dura,  hasta recibir una condena por abuso de autoridad durante su fugaz paso por la Municipalidad de Santa Rosa.

 

Fernández hizo hincapié en que mientras él sea gobernador, no habrá represión contra ningún ciudadano.

 

Esa afirmación abre una serie de interrogantes.

 

¿Qué pasará cuando Fernández deje de ser gobernador? 

 

¿Tierno seguirá reprimiendo al amparo de Verna? 

 

¿El Partido Justicialista lo seguirá protegiendo?

 

¿O Fernández es el mensajero que utiliza Verna como hizo con Funes para despedir a Tierno en 2006?

EL PROTEGIDO

Por Juan Carlos Martínez

“No va a haber represión a ningún ciudadano mientras yo sea gobernador” dijo Mariano Fernández, el vice de Carlos Verna a quien reemplaza mientras éste hace turismo por Europa.

Fernández habló ante vecinos que habían organizado un piquete como protesta por la pasividad oficial para acudir en su ayuda a raíz de la emergencia que estaban viviendo por las intensas lluvias.

Algunos vecinos cuestionaron la presencia del ministro Tierno, quien los había conminado a levantar el piquete en diez minutos bajo la amenaza de sacarlos por la fuerza.

“El gobernador soy yo, y las órdenes las doy yo” dijo Fernández y de esa manera desautorizó al ministro de la mano dura.

Sin dejar de reconocer que la actitud de Fernández ha sido la más sensata y oportuna, esa circunstancia no lo libera de las responsabilidades políticas que le caben por todo lo que ha hecho Tierno desde que asumió como ministro de Seguridad.

Como presidente de la Legislatura, Fernández tiene en sus manos las herramientas con las cuales podía haber evitado que Tierno continuara aplicando políticas contrarias a la ley y al espíritu democrático.

Además, Fernández tiene una cuota de responsabilidad, al menos política, por haber aceptado en silencio que un condenado a prisión por abuso de autoridad y con antecedentes como golpeador y torturador de mujeres integrara el gabinete provincial.

Lo cierto es que hace más de treinta años que Tierno viene cometiendo todo tipo de tropelías, desde golpear y torturar a una joven, obligar a su primera esposa a fugarse con sus dos pequeños hijos, perseguir a periodistas, instruir a la Policía para que aplique mano dura,  hasta recibir una condena por abuso de autoridad durante su fugaz paso por la Municipalidad de Santa Rosa.

Fernández hizo hincapié en que mientras él sea gobernador, no habrá represión contra ningún ciudadano.

Esa afirmación abre una serie de interrogantes.

¿Qué pasará cuando Fernández deje de ser gobernador?

¿Tierno seguirá reprimiendo al amparo de Verna?

¿El Partido Justicialista lo seguirá protegiendo?

¿O Fernández es el mensajero que utiliza Verna como hizo con Funes para despedir a Tierno en 2006?