Se robaron todo
Por Juan Carlos Martínez
“Se robaron todo” es el eslogan de moda que uno escucha a toda hora y en todas partes. Los primeros que lo echaron a andar fueron los funcionarios del nuevo gobierno, desde Macri para abajo, y de esa manera los ladrones del gobierno anterior -que también los tuvo- se convirtieron en la máscara para esconder el rostro de los grandes ladrones de guante blanco que hoy gobiernan este país.
“Se robaron todo” se ha extendido como reguero de pólvora por toda la geografía argentina, siempre con el permanente acompañamiento de los grandes medios de comunicación, expertos en lo que Noan Chomsky llama la estrategia de distracción.
“Se robaron todo” le ha servido a Macri, a su famiglia y a sus socios de tropelías para ocultar los miles de millones de dólares que nos ha robado a todos y que ellos tienen a buen resguardo en los paraísos fiscales y en otros impenetrables escondites.
Es tan grande la desfachatez de la banda que gobierna la Argentina que los setenta mil millones de pesos que el capo mayor de la mafia le debe al Estado, a partir de la piadosa decisión del hijo presidente pasarán a ser un regalo de cumpleaños del que participaremos todos, incluso los miles de despedidos de sus trabajos, los que los conservan pero que apenas llegan a fin de mes, los jubilados que no tienen para pagar su remedios y los que ya anticiparon su aporte con el hambre y otras privaciones generadas por un sistema económico hecho a la medida de los ricos.
A muchos de los que votaron a Cambiemos les cuesta admitir que el remedio ha sido peor que la enfermedad, pero siguen machacando con que “se robaron todo” seguramente para sentir cierto alivio en su conciencia por haber confiado en un estafador político como Mauricio Macri y la banda que le acompaña.
Lo cierto es que el gobierno de Macri, montado en el eslogan de “se robaron todo” ha podido, en un año de gestión, meternos las manos en nuestros bolsillos con la habilidad de un carterista para engordar la billetera de los ricos y aumentar la pobreza de los pobres.
Cuando Macri finalice su mandato ¿quedará algo para robar?