Tierno golpea, Verna protege

Por Juan Carlos Martínez

 

Diciembre de 2003. Repetimos: diciembre de 2003. En la tapa del mensuario Lumbre aparece, a toda página, Juan Carlos Tierno. LLEGÓ RAMBO decía el título con tipografía de catástrofe. Un breve epígrafe expresaba: “Tierno en Seguridad y Justicia: un verdadero acto de provocación de Verna a la sociedad pampeana”.

 

La imagen, repetida en una página interior, decía lo siguiente: “La designación de Juan Carlos Tierno en el gabinete es un botón de muestra del camino escogido por Carlos Verna en uno de los aspectos más sensibles: Justicia y Seguridad. Los antecedentes del abogado que en su momento llevó al propio Verna al banquillo del Tribunal de Disciplina partidario bajo la acusación de haber trabajado para la Alianza en las elecciones de 1999, es un verdadero acto de provocación y un atentado a la convivencia entre los pampeanos. Los enfrentamientos de Tierno con los distintos sectores de la comunidad son harto conocidos, a tal punto que tres jueces en actividad se han excusado de intervenir en expedientes en los que aparece el nombre del nuevo ministro. En todos los casos se pone como argumento central la “enemistad manifiesta”. En las páginas que siguen ofrecemos a nuestros lectores el perfil de un hombre violento, conflictivo e intolerante que entre sus objetivos se ha propuesto una sistemática y enfermiza persecución contra LUMBRE. Tierno cree que la provincia es una gran estancia, que él es el patrón y que los habitantes somos un rebaño de ovejas”.

 

N. de R. El derrotero seguido por Tierno en los trece años que han pasado desde aquella desoída advertencia es harto conocido. La nómina de responsables de su permanencia en el poder es muy extensa, pero Carlos Verna es, sin duda su principal sostén. Además de su responsabilidad política, el actual gobernador carga sobre sus espaldas responsabilidades penales y civiles por los graves sucesos ocurridos en territorio bonaerense el 9 de febrero cuando la Policía al mando de Tierno reprimió con palos y balas de goma a hombres, mujeres y niños que manifestaban pacíficamente su preocupación por el desborde de las aguas del Río V. ”Hemos logrado más con los hechos consumados que con los hechos corteses”, dijo Verna al inaugurar el período legislativo pampeano. Lo menos que hay que decirle a Verna es que ha incurrido en apología de un delito. Una prueba más de su complicidad con su ministro golpeador y torturador de mujeres.