El Talibán de Bahía
Por Juan Carlos Martínez
¿Alguien se imagina a un talibán transitando por los tribunales judiciales con el Código Penal debajo del brazo, sentado frente a los hombres de toga y fundando su alegato amparado por tratados internacionales referidos a la defensa de los derechos humanos bajo el principio irrenunciable del derecho a la vida?
¿Qué clase de talibán es ese que no entra a la sala de audiencias a los tiros invocando a Mahoma y produce un baño de sangre como el que acaban de producir los dos asesinos vestidos de negro en la redacción de la revista francesa Charlie Hebdo?
¿Cómo es que ese talibán bahiense no disparó contra el reo Vicente Massot y de un par de tiros dictó la única sentencia que aplican los talibanes a lo largo y ancho del planeta?
Todo esto viene a cuento porque en la edición dominical del diario Clarín el periodista Ricardo Roa califica de talibán a Miguel Palazzani, uno de los fiscales que lleva adelante la acusación contra el actual director del diario La Nueva Provincia, Vicente Massot.
En verdad, hay que tener mucha suerte -como la tuvo Massot- para que un talibán lo juzgue sin utilizar el plomo como el que utilizaron los sicarios contratados por La Nueva Provincia para asesinar a los obreros gráficos Heinrich y Loyola.