Con careta de obreros
Por Juan Carlos Martínez
El mal uso de lenguaje puede servir para confundir el fondo de las cosas. Suele ocurrir con el origen de la palabra obrero.
Desde la revolución industrial se identificó al obrero como aquel que recibía a cambio de su prestación laboral una retribución económica.
El obrero pertenece a una clase social contrapuesta a la clase capitalista.
Las luchas obreras siempre se entablaron contra esa clase que desconocía sus derechos y que los explotaba hasta convertir a los trabajadores en chatarra.
No fue fácil arrancarle al sistema capitalista esos derechos y hubo que librar largas batallas regadas con sangre obrera para alcanzar todas y cada una de las conquistas logradas.
Con el correr de los años se fueron agregando a la clase obrera algunos sectores que no necesariamente estaban integrados por personas de overol.
El proletariado sumó trabajadores de distintas disciplinas: maestros, bancarios, albañiles, metalúrgicos, peones rurales, técnicos y hasta los periodistas alcanzaron la categoría de obreros de la pluma y la palabra.
Al frente de esas reivindicaciones marcharon anarquistas y socialistas y fueron hombres y mujeres de izquierda vestidos de overol los que lideraron esos movimientos.
A tanta distancia de las primeras batallas, el mundo obrero sigue honrando a los mártires de Chicago como el máximo emblema de sus luchas.
La Argentina también conoció líderes obreros dirigiendo a los sindicatos vestidos de overol, marchando a la cabeza de sus compañeros de lucha.
Agustín Tosco fue uno de ellos y hoy sigue siendo un emblema, un ejemplo de honradez y fidelidad hacia sus hermanos de clase. Nunca los abandonó, ni siquiera en los peores momentos de su vida.
Tosco fue combatido sin piedad por esa burocracia sindical que hablaba y sigue hablando de los derechos de los trabajadores pero que servía y sirve a los intereses de los patrones.
¡Cuánta confusión debe haber en el universo obrero para que tipos como Moyano y Barrionuevo, devenidos en poderosos empresarios, marchen al frente de un paro nacional con careta de obreros!