Felipe Noble proyectará en otro hijo su falsa identidad
Por Juan Carlos Martínez (*)
En una reciente edición, la revista Noticias puso sobre el tapete la causa Noble Herrera a través de una entrevista manipulada que el medio le hizo a Felipe Noble, a quien identifica como hijo adoptivo de Ernestina Herrera viuda de Noble.
Cualquier estudiante de derecho sabe la diferencia que hay entre adopción y apropiación. La misma diferencia que existe entre cumplir con la ley o ser irreverente con la ley.
La revista aborda el tema con absoluta liviandad y con el evidente propósito de seguir la línea de falsedades que Ernestina Herrera de Noble empleó para apropiarse de dos criaturas durante la dictadura militar.
Probado está en sede judicial que la dueña del grupo Clarín se apropió de Felipe y de Marcela cometiendo múltiples irregularidades por las que el juez Roberto Marquevich ordenó su detención a finales de 2002.
Al fundamentar las razones de la detención de la viuda de Noble, el juez Marquevich -destituido después de tomar esa medida- puntualizó lo siguiente:
1) Se ha verificado la puesta en marcha del engranaje judicial con la connivencia de algunos de sus integrantes dentro del Tribunal de Menores No 1 de San Isidro para satisfacer los deseos maternales de Herrera de Noble valiéndose de una inescrupulosa ingeniería ideada sobre el servicio de justicia.
2) Presentar versiones falaces de los hechos, incorporar pruebas irregulares en especial por testigos amañados e informes a gusto, medida y conveniencia para mostrar un imaginario cuadro de situación propicio para lograr la adopción de los entonces menores.
3) La beba no apareció en las circunstancias que dijo Herrera de Noble, sino que la caja donde apareció -un caja de cartón- sobre la calle Laprida de San Isidro, no era su domicilio o residencia de Herrera de Noble.
4) Yolanda Echague de Aragón no fue la vecina de Herrera de Noble ya que, en la época que esta última dice haber encontrado a la criatura, Echague de Aragón residía en la localidad de Acasusso junto con su esposo y nieta y no en el barrio de Las Lomas de San Isidro.
5) El otro testigo del caso (Roberto) García, que supuestamente trabajaba como jardinero de Aragón, nunca fue tal, sino que se desempeñaba como chofer personal de la viuda de Noble y de la familia desde hace 38 años.
6) La mujer que quería dar a su hijo (Felipe) Carmen Luisa Delta no existió, ya que su matrícula personal corresponde a una persona de sexo masculino, y que no hay dato preciso y concordante de su personalidad, edad, figura o antecedente alguno que acredite haber tenido un hijo.
7) Se encuentra probado que la acusada Herrera de Noble el 29 de noviembre de 1976 usó documentos apócrifos -certificado de nacimiento y testimonio de depósito provisorio- al entablar la demanda que culminó con el dictado de la sentencia de adopción plena fundada, básicamente, sobre dicha documentación.
8) Se encuentra probado que Ernestina Laura Herrera de Noble hizo insertar datos falsos en su deposición ante el Tribunal de Menores número 1 de San Isidro (en el expediente 7.308, N.N. mujer) producto de lo cual provocó las falsas declaraciones que habrían prestado Yolanda Echague de Aragón y Roberto Antonio García.
Aunque tardíamente, producto de las fuertes presiones de los abogados de la viuda de Noble sobre el juez Conrado Bergessio, la jueza Arroyo Salgado ordenó en 2010 que los ADN se hicieran en el Banco Nacional de Datos Genéticos.
La decisión se tomó una vez que el ex juez Gabriel Cavallo renunciara a la judicatura para convertirse -y no por amor al arte- en el abogado estrella de la apropiadora.
Los ADN de Marcela y Felipe Noble se cotejaron con 246 muestras que no representan a la totalidad de los hijos de desaparecidos que todavía permanecen cautivos de sus apropiadores y que se calcula que son alrededor de cuatrocientos. Hasta ahora han recuperado su verdadera identidad 116 de ellos.
Un análisis anterior realizado con las muestras obtenidas en prendas pertenecientes a Marcela y Felipe fue descartado por cuanto esas prendas habían sido previamente contaminadas. Una prueba más de los esfuerzos de la viuda de Noble por mantener oculto el origen biológico de ambos jóvenes.
En noviembre de 2013, el abogado y periodista Pablo Llonto presentó un escrito ante la jueza Arroyo Salgado pidiendo nuevas medidas de prueba tendientes a establecer el origen biológico de Marcela y Felipe, quienes llevan el apellido del fundador de Clarín con el que fueron registrados en 1976 pese a que Roberto Noble había fallecido en 1969.
El fiscal subrogante Rodolfo Fernando Domínguez se hizo eco de algunos de los puntos propuestos por Llonto pero por lo que ha trascendido la causa no ha sufrido variantes, aunque permanece abierta mientras la presión de los abogados de la viuda de Noble se mantiene activa con un ojo mirando la causa y con otro el calendario electoral del año en curso.
La preocupación del grupo Clarín deviene por el origen biológico de Marcela y Felipe, ya que si fueran hijos de desaparecidos estaríamos frente a delitos de lesa humanidad.
La propia viuda de Noble dejó abierta esa posibilidad cuando escribió en su diario el 13 de enero de 2003 una carta en la que incluyó una suerte de confesión: "Muchas veces he hablado con mis hijos sobre la posibilidad de que ellos y sus padres pudieran haber sido víctimas de la represión ilegal".
Ernestina no improvisó para lanzar esa revelación. La escribió con todo el tiempo del mundo y seguramente que antes de difundirla pasó por los rigurosos filtros del diario, mucho más por tratarse de un tema tan sensible como la apropiación de dos niños que reunían todas las características de ser hijos de desaparecidos. Delito de lesa humanidad por partida doble.
Los métodos de persuasión que utiliza Clarín en los tribunales se mantienen inalterables y eso explica por qué la causa de Noble Herrera duerme una larga e interminable siesta, ahora en el juzgado de Sandra Arroyo Salgado desde hace cinco años.
La repetida y promocionada aparición de la ex esposa de Alberto Nisman en las páginas de Clarín después de la muerte del fiscal no es casual ni gratuita. Forma parte de la conocida estrategia que usa el multimedio cada vez que quiere ganar o torcer la voluntad de algún juez como ha ocurrido en casos como el de Papel Prensa o la Ley de Medios.
Nadie mejor que la propia Ernestina Herrera de Noble, Héctor Magnetto y el círculo de personajes de notable influencia dentro del Grupo Clarín pueden develar los bien guardados secretos sobre el origen biológico de Marcela y Felipe.
Si no lo han hecho hasta ahora es porque algo muy pesado se esconde en la apropiación de aquellas dos criaturas que llegaron a manos de la viuda de Noble de manera distinta a la versión novelesca que la poderosa empresaria ofreció en los tribunales de San Isidro.
Ernestina y los que conocen la verdad deberían tener en cuenta que el derecho a la identidad no sólo se les está negando a Marcela y Felipe -quien espera su segundo hijo- sino también a sus descendientes.
Que nadie se sorprenda si un día de estos la jueza Arroyo Salgado dicta el sobreseimiento de la poderosa empresaria.
(*) Autor del libro La Apropiadora, ediciones 2011, 2014 y 2015.