Las herramientas de Macri
Por Juan Carlos Martínez
Hace tres años, un poco más de la mitad de los argentinos y argentinas consagraron presidente a Mauricio Macri. Un alto porcentaje de ellos y ellas ignoraban –producto de su propia ignorancia política- el denso prontuario acumulado por una famiglia que se enriqueció haciendo turbios negocios con el Estado, incluido el Estado terrorista.
En su paso por el gobierno de la ciudad de Buenos Aires, MM demostró toda su capacidad para apropiarse de los dineros públicos con total y absoluta impunidad.
Para transitar por esa vía de corrupción necesitó las mismas herramientas que sigue utilizando desde la Casa Rosada para incrementar sus bienes materiales y los de la banda de ladrones que le acompañan: la complicidad político-judicial y la propaganda goebbeliana de los grandes medios de comunicación.
El fascismo ya no necesita a los militares con sus tanques y fusiles en primera línea: los generales de este tiempo lucen toga. Por ahora, el trabajo sucio está en manos de otros organismos de seguridad en una etapa de persuasión menos letal como el uso del machete y la moderna picana eléctrica conocida como la Taser.
Son los pasos previos al uso del gatillo fácil con la 45, el método usado por el policía justiciero Chocobar, elevado por el presidente a la categoría de héroe.
Después de todo, es preferible que te paralicen con un golpe de corriente y no que te fusilen por la espalda.
Si este frente represivo no alcanzara para frenar el creciente descontento social generado por el impiadoso ajuste y el incesante saqueo que lleva adelante MM, el gendarme Trump y su nuevo aliado Bolsonaro están preparados para terminar con cualquier asomo de rebeldía, ocurra donde ocurra.
Si la ultraderecha continúa avanzando y el espíritu colonial prevalece sobre las decisiones soberanas de los pueblos, el riesgo de convertirnos en colonia estará a la vuelta de la esquina.
ESTABA ESCRITO
En julio de 2015, meses antes de las elecciones que dieron el triunfo a Mauricio Macri, escribimos unas breves líneas sobre el prontuario y el plan del entonces candidato presidencial de Cambiemos. Vale la pena recordar aquel capítulo publicado en el libro La Pampa nostra.
“Macri es algo más que un representante del viejo y recalcitrante conservadorismo. Simboliza la Argentina del pasado reciente: el del menemismo y el de la dictadura. El de las privatizaciones. El de los ajustes de Cavallo. El de la educación y la salud privadas. El de la burguesía urbana y rural. El de la política para hacer negocios. El del país para pocos. El de las relaciones carnales con los Estados Unidos. Eso y mucho más que eso es Macri, cuyos principales economistas no dejan de invocar al dios mercado y hasta se atreven a hablar de un ajuste salvaje que sería peor que el de los noventa”.